Opus 11. Entre silencios de color

En las obras presentadas aquí, hay reminiscencias de la gran serie de «puzzles» (opus 2 y 3), en la que la multiplicidad posible de realidades diversas y coexistentes está sugerida por la fragmentación del espacio al modo de un rompecabezas.

Aquí también el espacio de la tela o del papel está fragmentado aunque ya no se trata de piezas de un rompecabezas sino de ritmos en los que forma y fondo, figura y contorno se confunden y se disgregan.

En algunas obras, el sujeto es apenas sugerido por medio de una figuración libre, en otras, se reduce a su esquema geométrico o bien, está estilizado, como es el caso para la figuración humana.

Sobre la base de un juego de materias y texturas, los cuadros de esta serie se declinan en matices de blancos, negros y grises. Por los intersticios, se infiltran a veces notas coloridas que quiebran el silencio dominante de color.

De ahí, el título de esta serie, Entre silencios de color.    

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